La ortodoncia transforma sonrisas, alineando los dientes y mejorando tanto la estética como la funcionalidad de la boca. Sin embargo, una vez finalizado el tratamiento con brackets o alineadores invisibles, es común notar que los dientes han adquirido manchas o presentan un tono desigual.
En estos casos, el blanqueamiento dental se convierte en una buena opción para potenciar los resultados obtenidos con la ortodoncia. Pero, ¿cuándo es el momento adecuado para hacerlo y cuáles son las mejores técnicas? En Clínica Pascual-Camps queremos resolver todas las dudas.
Durante el tratamiento ortodóncico, la acumulación de placa y manchas es frecuente, especialmente en los casos donde se han utilizado brackets. Las razones principales incluyen:
Desgaste desigual del esmalte debido a la presencia de los brackets.
Dificultad en la higiene bucal, lo que puede llevar a la formación de manchas.
Cambios en el color del esmalte por el contacto prolongado con pegamentos adhesivos.
Consumo de alimentos pigmentados, como café, té y vino tinto, que pueden haber teñido los dientes.
Debes saber que no es recomendable someterse a un blanqueamiento dental inmediatamente después de retirar los brackets o finalizar el tratamiento con ortodoncia invisible.
Los dientes pueden estar más sensibles y el esmalte podría requerir un periodo de recuperación. Lo ideal es esperar entre 1 y 3 meses, dependiendo de la evaluación del odontólogo.
Este tiempo permite:
La remineralización del esmalte.
La estabilización del color natural de los dientes.
La recuperación de la sensibilidad dental, que suele aumentar tras la ortodoncia.
La remineralización del esmalte.
La estabilización del color natural de los dientes.
La recuperación de la sensibilidad dental, que suele aumentar tras la ortodoncia.
Permite un tratamiento progresivo y controlado.
Puede combinarse con el blanqueamiento en clínica.
Resultados más duraderos.
Mayor control sobre la intensidad del blanqueamiento.
Evitar alimentos y bebidas pigmentadas (café, té, vino tinto, salsas oscuras).
Mantener una higiene oral rigurosa con cepillado y uso de hilo dental.
Utilizar pastas dentales para dientes sensibles si es necesario
Realizar revisiones periódicas con el odontólogo para seguimiento.